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viernes, 23 de abril de 2010

Máximas para un revolucionario mexicano

Máximas para un revolucionario mexicano

Por: Vicente Lombardo Toledano

  • Amarás la vida intensamente, no por lo que ella es, sino por lo que debe ser mañana.
  • Vivirás siempre pobre. Sólo tomarás de los bienes materiales que te rodean la parte necesaria para satisfacer tus exigencias biológicas y para ensanchar tu cultura y alimentar y educar a tus hijos; lo demás pertenece a los que tienen menos que tú.
  • Al concluir tu jornada, por larga que haya sido, ten el remordimiento de no haber hecho por la causa a la que sirves, todo lo que deberías haber realizado.
  • Nunca olvides que la moral que guía tus actos te coloque a ti en el último lugar de tus afanes.
  • No pierdas ni un minuto de tu tiempo en cosas pueriles. Ni en las horas dedicadas al descanso puedes olvidarte de la grave responsabilidad que tienes contraída.
  • Sé sobrio en todos los placeres. Los instintos son como los perros: se les puede educar para morder o para callar. El revolucionario debe vivir constantemente acuartelado en su interior, como los soldados listos para la acción inesperada.
  • No veas nunca la vida a través de las personas con quienes tratas: son meros accidentes en tu camino. Juzga siempre a los hombres y los hechos sociales en relación con el proceso general de la historia.
  • Que no entorpezcan tu labor ni la calumnia ni la intriga ni el desprecio de tus enemigos, y que no te envanezcan ni la lisonja ni el aplauso de los que parecen estimarte: tú no luchas por ti ni por los que te rodean; trabajas en realidad por gentes que no ha nacido aún y que probablemente ignorarán quién fuiste.
  • Si por circunstancias de la lucha ocupas puestos de responsabilidad, de cualquier índole que sean, trabaja en ellos con la pasión que se pone en las obras que duran toda la vida, pero vive siempre con la maleta al lado, para dejarlas en cualquier instante en que tu permanencia en ellos sea un obstáculo para tu convicción.
  • No gastes tu energía ni la ajena en batallas estériles; pero cuando sea preciso actuar emplea toda tu fuerza en la obra hasta el fin, sin importarte las consecuencias personales que tus actos puedan producirte.
  • El revolucionario es un hombre que vive anticipadamente el porvenir: acúsate a ti mismo de miopía o de egoísmo si no hallas en la misma lucha la compensación de tus privaciones y sufrimientos.
  • Desprecia al burgués por convencimiento de la inutilidad de su vida, no por impotencia de no ser como él: hay muchos virtuosos que no han prevaricado por no haber tenido la oportunidad de hacerlo.
  • Para propagar con éxito la visión de una nueva vida, antes necesitas vivirla en ti mismo. Sin la posesión anticipada de una nueva verdad, la prédica resulta moneda falsa que nadie toma.
  • Habla siempre con claridad y con sencillez. Los discursos floridos sólo gustan a los afeminados; únicamente la verdad expuesta con lógica convence a los hombres.
  • No confíes en el poder de que disfrutes en un momento dado; no se debe a ti, sino a un conjunto de factores que quizá no hayas advertido. No olvides que en el instante en que dejes de ser útil tendrás que desaparecer. Si te empeñas en conservar tu situación, perecerás arrastrado por los mismos que constituían tu apoyo más firme.
  • El peor error en que puede incurrir un revolucionario, es el de creer que forzosamente durante su vida personal debe realizarse el ideal por el que lucha. No olvides que el hombre es sólo el acelerador del destino histórico, y que lo mismo cometes un delito contra tu causa regateando tu acción renovadora, que pretendiendo precipitar inútilmente los hechos que han de venir más tarde.
  • Mientras no se cumpla tu ideal, vive en inconformidad perpetua y en acción apasionada y permanente.
  • A lo más que puede aspirar un revolucionario verdadero, es a que digan de él, cuando haya desaparecido: fue un hombre.

lunes, 19 de abril de 2010

TRATADO DE RECONOCIMIENTO MUTUO ENTRE IMPERIO MORIEL Y LA REPUBLICA POPULAR DE AZTLAN

TRATADO DE RECONOCIMIENTO MUTUO
ENTRE
IMPERIO MORIEL Y LA REPUBLICA POPULAR DE AZTLAN

ART 1.- Ambas micronaciones se reconocen mutuamente y se respetan como naciones de existencia independiente y soberana.
ART 2.- Las dos micronaciones se declaran pacificas y pretenden: no emprender la guerra la una contra la otra.
ART 3.- Las naciones firmantes que han firmado este tratado expresan mediante el mismo su voluntad de continuar los contactos diplomaticos en aras de la mejora de sus relaciones microinternacionales y de las posibilidades que ello pudiese tener para sus respectivos ciudadanos.
ART 4.- Ambas naciones, en muestra de buena voluntad haran publico la firma de este tratado para conocimiento y circulos diplomaticos. La bandera y el link estaran en ambas micronaciones.
ART 5.- PARA RETIRARSE DEL TRATADO HABRA QUE AVISAR 48 HORAS ANTES POR CORREO ELECTRONICO.












YAHIR BETSEN
EMPERADOR DE MORIEL













POR LA REPUBLICA POPULAR AZTLAN :

VICENTE CÁRDENAS
SECRETARIO GENERAL DE LA RPA

domingo, 11 de abril de 2010

En busca del Modelo de Sanidad de la RPA

Estimado Pueblo:


Las prioridades actuales de nuestra Micronación, en comunión de Pueblo y Gobierno, es crear los Modelos que sirvan de base para garantizar la Educación, el Alimento y la Salud de todos los habitantes de la RPA. La colaboración de todos es necesaria para lograr que dichos modelos se creen de la manera más equitativa posible, de modo que garantize el progreso individual y colectivo de todas las personas y sectores sociales. El motivo del presente es presentarles un texto que, de una u otra forma, ayudará para diseñar nuestro Modelo de Sanidad. Les pido el favor de leer el presente y discutirlo con sus familiares y amigos para que sea posible la generación de ideas y sugerencias de las bases y postulados de lo que deseamos lograr. Este texto es un extracto del libro "Acerca de Minerva" del autor Ruy Pérez Tamayo:

Ciencia y medicina

EN ESTAS líneas voy a ocuparme de sólo tres de las muchas facetas que hoy día resultan de la interacción entre la ciencia y la medicina. Mis tres temas examinan el papel de la ciencia en, 1) los objetivos de la medicina, 2) la "deshumanización" del médico, y 3) los aspectos no científicos de la práctica médica.

1) Los objetivos de la medicina

Los objetivos de la medicina pueden enunciarse como la conservación de la salud, la curación o alivio de las enfermedades, y la eliminación o postergamiento de las muertes prematuras. El primero de estos objetivos representa el campo de la salud pública y de la medicina preventiva, y se ejerce por distintos medios (educación, mejoramiento de la ecología, encuestas epidemiológicas, campañas de vacunación, etc.). La curación o alivio de las enfermedades es la provincia de la medicina terapéutica, que usa estrategias psicológicas, farmacológicas, quirúrgicas y de recuperación, aisladas y/o en distintas combinaciones, según el caso. El tercer objetivo señalado arriba es realmente consecuencia de la persecución de los otros dos, pero conviene enunciarlo por separado en vista de que con frecuencia los resultados globales de la medicina se miden en función de la mortalidad. Incluso se ha dicho que el objetivo último de la medicina. Es "lograr que los seres humanos mueran jóvenes y sanos, lo más tarde que sea posible".

En medicina, como en tantas otras actividades del ser humano, lo que pensamos determina lo que hacemos. Me refiero, claro está, a las formas conscientes y reflexivas de nuestras acciones. Por ello es que la ciencia contribuye en gran parte al trabajo desarrollado para acercarnos al primer objetivo de la medicina, que es la conservación de la salud y la prevención de las enfermedades. Todas las medidas utilizadas por sanitaristas y expertos en salud pública tienen como base el conocimiento, que a su vez es producto de la investigación científica; por ejemplo, para combatir el paludismo es necesario interrumpir en algún sitio el ciclo biológico del parásito que lo produce, lo que a su vez requiere que conozcamos tal ciclo con suficiente detalle; otro ejemplo es la aplicación de vacunas para prevenir distintas enfermedades infecciosas, cuyo diseño y demostración de eficiencia son del dominio exclusivo de la ciencia.

El segundo objetivo de la medicina, la curación o alivio de las enfermedades, también depende en gran parte, aunque no en su totalidad, del conocimiento científico. Aquí influyen también, a veces de manera predominante (sobre todo, cuando no contamos con formas efectivas de tratamiento) el efecto llamado "placebo", la personalidad del médico y su impacto en el paciente, los cuidados y atenciones de enfermeras, familiares y amigos, etc. Pero la gran diferencia entre la medicina contemporánea y la que se ha ejercido desde siempre y hasta fines del siglo pasado es la eficiencia de las medidas terapéuticas, como hormonas, antibióticos, quimioterapia y otras drogas, así como anestesia, asepsia, nuevas técnicas quirúrgicas, radioterapia, etc.

Como resultado del uso de cada vez más métodos y técnicas para prevenir y curar o aliviar enfermedades, la medicina está alcanzando también su tercer objetivo, la disminución en el número de muertes innecesarias prematuras. Esto se refleja con claridad en dos índices muy precisos: la disminución en la mortalidad infantil (especialmente de niños menores de un año) y el aumento en la esperanza de vida promedio de la población. Uno de los ejemplos más convincentes de lo que puede lograrse en la disminución de muertes innecesarias en pediatría es el de Cuba, que de una de las cifras más elevadas en toda Latinoamérica ha pasado a ostentar la mínima en el lapso de poco más de 20 años.

2) La "deshumanización" del médico

Se ha dicho insistentemente que una de las consecuencias de la penetración de la ciencia en la medicina ha sido la pérdida de la relación médico-paciente, que antes del advenimiento de técnicas sofisticadas de diagnóstico y tratamiento era mucho más cercana y contribuía de manera significativa al éxito terapéutico. Creo que esta crítica tiene un elemento de verdad, pero en mi opinión lo que ha hecho la ciencia es permitir la socialización de la medicina, al hacer factible la ampliación de los servicios de salud a grupos mucho mayores de sujetos que los que la utilizaban antes. Con la masificación de la atención médica las posibilidades de contacto íntimo entre el enfermo y el personal de salud que lo atiende han disminuido, y en esa medida se ha visto afectada la relación médico-paciente. Este es un problema que requiere solución, pero no como la propuesta por Illich, que es abandonar los avances científicos y tecnológicos de la medicina y regresar a un sistema primitivo de autoatención de medicina folklórica, sino todo lo contrario. Lo que se necesita es más ciencia y tecnología, esta vez dirigida a recuperar lo que se ha perdido (que tiene más que ver con las ciencias sociales que con la física, la química o la biología) en lugar de abandonar los aparatos de rayos X, los antibióticos y la medicina de laboratorio.

3) Los aspectos no científicos de la práctica médica

Ya se mencionó arriba que una parte de la influencia del médico en su paciente (así como en los familiares y amigos del enfermo) se ejerce a través de medidas no relacionadas directamente con la ciencia y la tecnología modernas. Se trata de los indudables beneficios que resultan de una autoridad que da "confianza", de una actitud comprensiva y afectuosa, de una postura firme pero optimista frente al enfermo. No que los efectos de la relación médico-paciente establecida sobre esas bases estén fuera del alcance de la ciencia; ya se ha mencionado el efecto "placebo", que aunque poco estudiado en forma analítica se reconoce universalmente. Pero es precisamente en el contacto personal del enfermo con su médico, es en la intimidad de esa asociación, cuya importancia para el desenlace final no puede exagerarse, donde la medicina ha sido, es y seguirá siendo siempre un arte.

Pérez Tamayo, Ruy. Acerca de Minerva. Fondo de Cultura Económica. México 2002. Páginas 155 a 158.




viernes, 9 de abril de 2010

Llamado a todas las Micronaciones y Macronaciones del Mundo

Discurso de su Excelencia Parte 1




Discurso de su Excelencia Parte 2


miércoles, 7 de abril de 2010

TRATADO DE RECONOCIMIENTO Y AMISTAD MUTUO ENTRE LA REPÚBLICA POPULAR DE AZTLÁN Y EL REINO DE SENARA


TRATADO DE RECONOCIMIENTO Y AMISTAD MUTUO ENTRE LA REPÚBLICA POPULAR DE AZTLÁN Y EL REINO DE SENARA

Los Estados firmantes de este tratado, a través de sus respectivos mediadores y en prueba de buena voluntad mutua, formalmente acuerdan y anuncian:


Uno.- Que ambas naciones se reconocen mutuamente como naciones de existencia independiente y soberana.

Dos.- Que ambas naciones, dentro del ámbito micro nacional, reconocen y respetan los territorios y soberanías de ambas naciones.

Tres.- Que ambas naciones, siguiendo el espíritu que las ha llevado a firmar este tratado expresan, mediante el mismo, su voluntad de continuar los contactos diplomáticos en aras de la mejora de sus relaciones micro internacionales y de las posibilidades que ello pudiese tener para sus respectivos ciudadanos.

Cuatro.- Que ambas naciones, en muestra de buena voluntad harán pública la firma de este tratado para conocimiento de sus ciudadanos.

Cinco.- Que ambas naciones, a muestra de proseguir con sus relaciones se procederá a la apertura de embajadas en las capitales de ambas naciones.

El presente tratado se firma a fecha de 7 de abril de 2010.


Firmas:

Por la República Popular de Aztlán:

Vicente Cárdenas, Secretario General de la R. P. de Aztlán.

Por el Reino de Senara:

Su Majestad el Rey José I de Senara.


Reino Parlamentario de Senara

Ministerio de Asuntos Exteriores

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